SÍ HAY POR QUIÉN VOTAR
Sí hay por quién votar. Eso nos dijeron cuando Ernesto Samper aspiraba a la Presidencia. Eso nos dijeron cuando Samuel Moreno estaba de candidato a la Alcaldía de Bogotá. Eso nos dijeron cuando Uribe irrumpía en su primera elección presidencial. Eso nos dijeron cuando los indígenas con Francisco Rojas Birry a la cabeza irrumpieron en el concierto político. Eso les habrán dicho a nuestros padres cuando Turbay era candidato y cuando Alfonso López representaba la izquierda en Colombia. Lo mismo que les habrán dicho a nuestros abuelos cuando Laureano Gómez fascinaba con sus grandes y elocuentes discursos. Lo mismo nos han dicho muchas veces. Y muchas veces nos hemos equivocado. Por ignorancia, por necesidad, por hambre, por no perder los favores de Dios, por mantener un puesto, por no perder un contrato, por miedo, por no dejar ganar a otro malo, o por indiferencia. Otras veces hemos acertado. Es claro que hay en el Congreso y en la vida pública nombres que merecen nuestra co...